Todo lo que necesitas saber del crecimiento de los huesos

Cuando tu gigante corre en el patio de la escuela, juega en el jardín o participa en una competencia deportiva, es muy probable que te preocupe que se lesione o que simplemente te preguntes si su ritmo de crecimiento es el más adecuado.

Uno de los aspectos más importantes en el desarrollo infantil de tu gigante es el desarrollo de sus huesos, ya que estos son el armazón del cuerpo y nos permiten, junto con nuestros músculos, movernos. Las necesidades y características del crecimiento de los huesos dependerán de la etapa del desarrollo en la que tu hijo se encuentre (infancia, niñez y pubertad), por lo que requieren de atención especial en cada una de ellas.

¿Cómo influye el desarrollo de los huesos al crecimiento de los niños?

El crecimiento de los huesos forma parte del desarrollo somático, es decir, físico de una persona, por lo que también involucra el desarrollo muscular y la maduración de los aparatos respiratorio, digestivo y circulatorio.

El máximo desarrollo somático de tu gigante estará determinado por la genética; sin embargo, la nutrición, la actividad física y los factores ambientales influyen en que tu hijo logre su máximo potencial, por lo que es importante cuidar su salud y procurarle una alimentación balanceada.

En este contexto, ten en cuenta que, sobre todo en los primeros años de vida, el desarrollo de huesos sanos y fuertes favorece un mejor crecimiento de tu gigante en general.

Los nutrientes que necesitan los huesos

Una forma en la que puedes contribuir a que tu gigante continúe descubriendo el mundo que lo rodea es crear las condiciones óptimas para que alcance su máximo potencial, el calcio es un nutriente esencial para lograr este cometido.

Contrario a lo que podrías pensar, los huesos no son estructuras duras, sino tejidos vivos que se renuevan constantemente a lo largo de nuestra vida; para que ocurra esta renovación, es necesario tener una nutrición infantil óptima que garantice cierto flujo de nutrientes que lo sustenten.

 

Al representar el 2% de la masa corporal y concentrarse principalmente en huesos y dientes, el calcio es el mineral más abundante en nuestro cuerpo. Una de sus principales fuentes es el consumo de productos lácteos, que también aportan vitaminas lipo e hidrosolubles, así como carbohidratos.

En todo caso, el calcio no es el único nutriente que unos huesos saludables requieren. El fósforo y la vitamina D también se necesitan para, entre otras cosas, tener un esqueleto fuerte y evitar trastornos como la osteomalacia (en adultos) o el raquitismo, que afecta a los niños.

Estos nutrientes se pueden encontrar en una gran variedad de alimentos nutritivos para niños además de los lácteos, como las verduras de hoja verde, las legumbres, en suplementos alimenticios cuyo consumo debe estar monitoreado por un profesional de la salud e incluso a través de la exposición directa a la luz solar, específicamente en el caso de la vitamina D.