Es muy común no darles a nuestros huesos la importancia que merecen; después de todo, hacen su trabajo de manera silenciosa. Las cosas cambian cuando alguno de ellos se rompe: ese es un gran problema porque los huesos tardan en sanar, incluso los de los niños.
Tener huesos fuertes en la infancia es un excelente comienzo para la salud ósea durante el resto de la vida ya que casi toda nuestra densidad ósea se forma en los primeros 20 años de vida en la mayoría de las personas. Si bien durante la vida adulta continúa el reemplazo del tejido viejo de los huesos, esto sucede con mayor lentitud que cuando somos niños o adolescentes mientras que, por el contrario, los huesos tienden a debilitarse con el tiempo cuando ya somos adultos mayores.
Los niños con huesos fuertes tienen menos posibilidades de perder densidad ósea en el futuro y sus padres pueden contribuir a ello si se aseguran de que sus pequeños obtengan tres ingredientes clave para tener huesos sanos: calcio, vitamina D y ejercicio.
Ofrece a tus niños alimentos ricos en calcio
El calcio es un mineral conocido por ayudar a formar huesos sanos. Se encuentra en productos lácteos, frijoles, algunas nueces y semillas y vegetales de hojas verdes, aunque suele también adicionarse a alimentos como los lácteos y los cereales fortificados.
El calcio incrementa la masa ósea en los niños; mayor masa ósea supone menor riesgo de fracturas. Además, un consumo ordinario de calcio en la infancia puede prevenir la aparición de osteoporosis, enfermedad caracterizada por una masa ósea baja y un deterioro del tejido óseo. De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), los huesos en crecimiento absorben más calcio de la sangre durante la adolescencia.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Como papás, ofrezcan a sus pequeños alimentos ricos en calcio. De acuerdo con los expertos, los niños necesitan dos o tres porciones de lácteos bajos en grasa al día, mientras que niños más grandes pueden necesitar hasta cuatro porciones. Una buena opción es incluir alimentos enriquecidos en calcio: puedes encontrar muchas alternativas fortificadas en el mercado. Te recomendamos acudir con un profesional de la salud.
Ofrece a tus pequeños fuentes de vitamina D
Mantener huesos sanos requiere más que solo una buena ingesta de calcio: la vitamina D permite que el cuerpo absorba calcio y fósforo por lo que también es esencial para una buena salud ósea. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda complementar la ingesta de calcio con 400 unidades internacionales (UI) de vitamina D, de preferencia en forma de vitaminas masticables o bien, a partir de una dieta correcta.
Pese la importancia de esta vitamina, la mayoría de los niños no consumen muchos alimentos que contengan vitamina D. Por ello, los proveedores de atención médica recomiendan que los niños tomen un suplemento si no obtienen suficiente vitamina D en su dieta. Danonino es una excelente opción para los niños, para ayudarte a incluir vitamina D de una forma deliciosa y divertida.
Cada Danonino está elaborado con dos porciones de leche, fruta natural y está fortificado con calcio y vitamina D, además no tiene sellos de exceso de calorías ni azúcares y es bajo en grasa.
Acude a un profesional de la salud para recibir más información. Comentario regulatorio: consultar con nutrición, la mayor fuente de vitamina D es la exposición al sol, sugiero fomentar el consumo de alimentos que aportan esta vitamina.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Pregúntale al pediatra o al nutriólogo cuánta vitamina D necesita tu hijo y cuál es la mejor manera de obtenerla. Una excelente fuente es la exposición directa a la luz solar durante 15 minutos, al menos 3 veces por semana., Una buena recomendación es proteger la piel de tu hijo con bloqueador solar.
Motiva a los niños a hacer ejercicio
Los músculos se fortalecen más con la fatiga al hacer ejercicio; otro tanto sucede con nuestros huesos. Actividades con carga de peso como saltar, correr, caminar y trepar son muy buenas para fortalecer los huesos de los más pequeños ya que la fuerza de sus músculos y la gravedad ejercen presión sobre ellos; a su vez, esto hace que el cuerpo de los niños desarrollen huesos más fuertes.
Si bien nadar o andar en bicicleta son actividades excelentes para conservar la salud en general, no crean esta presión de soporte de peso, por lo que los niños que las realicen deberán complementarlas con algunas de las enlistadas arriba.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Asegúrate de que tu hijo realice al menos una hora de actividad física diariamente en la que estén incluidas actividades que generen presión de soporte de peso.
Todos necesitamos obtener calcio y vitamina D suficientes, así como hacer ejercicio físico; estos tres factores, son muy importantes para los niños, sobre todo en etapas de crecimiento tales como la niñez y la adolescencia.