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Actividades divertidas para hacer con los niños en primavera y verano

¿Recuerdas cuando salías con tus amigos a jugar en algún parque o el tiempo que disfrutabas las actividades divertidas que hacías con tus papás como saltar la cuerda y jugar a las escondidas o con una pelota? 

Cada vez es menos frecuente ver a los niños correr en los parques o saltar al aire libre; aún es más raro verlos disfrutar tiempo de calidad con sus padres mientras realizan actividades divertidas.

En estos fenómenos, quizá la tecnología ha tenido un papel importante ya que los padres prefieren entretener a sus hijos con videos en el celular o dejarlos horas frente a los videojuegos; la buena noticia es que siempre puedes inculcar hábitos saludables y fomentar la convivencia familiar a los más pequeños de la casa.  

Las actividades divertidas en familia que implican cierto ejercicio físico no sólo te permiten generar un vínculo con tus hijos, sino que también les evitarán muchos problemas de salud a corto y largo plazo.

No olvides que una vida sedentaria impide que nuestros pequeños (¡y nosotros como adultos!) quemen calorías y puede hacer que pierdan masa muscular y que sus huesos y su sistema inmunológico se debiliten lo que los hace más propensos a fracturas y enfermedades. Por si esto no fuera suficiente, también propicia una mala circulación de la sangre e incluso desequilibrios hormonales. 

Además de las conocidas consecuencias físicas de una vida sedentaria como obesidad y diabetes infantiles, problemas cardiovasculares y niveles elevados de colesterol y triglicéridos, entre otras condiciones médicas, no hace mucho un estudio encontró relación entre el sedentarismo infantil y el desarrollo de trastornos psicológicos como la depresión. Esta es otra razón por lo que debemos promover hábitos saludables como el ejercicio físico a través de actividades divertidas para nuestros pequeños. 

Cuando nos hablan de activación física, a los adultos nos viene a la mente entrenar en un gimnasio o correr algunos kilómetros, ya sea en una pista o en el parque; este no es precisamente el concepto de ejercicio con el que los más pequeños estarán familiarizados.

Para los niños, ejercitarse significa realizar actividades divertidas durante sus clases de educación física o a la hora del recreo en la escuela, tomar clases de baile o de natación y entrenar fútbol, por mencionar algunos ejemplos; por supuesto que no pueden faltar otras actividades como montar en bicicleta o jugar a las escondidas.

La investigación sugiere que realizar ejercicio físico a cualquier edad, pero especialmente a través de actividades divertidas durante la niñez, reduce el riesgo de enfermedades coronarias y cardiovasculares, cáncer de colon, diabetes, hipertensión y obesidad; aumenta la densidad ósea, fortalece los músculos y mejora la salud psicológica ya que incrementa la autoestima y disminuye los niveles de ansiedad, depresión y estrés.

Además, las actividades divertidas favorecen la integración social y permiten que madure el sistema nervioso motor, que aumenten las destrezas motrices y que mejore el rendimiento escolar de los más pequeños.

Ahora que ya conoces los beneficios del ejercicio físico para los niños, te damos a continuación algunas ideas de actividades divertidas que no sólo contribuirán a que tu hijo se mueva, sino que también crearán recuerdos inolvidables y únicos en él.

Descubrir un parque nuevo

Si tu pequeño es una bala que disfruta las actividades divertidas y que está acostumbrado a jugar en los parques, tal vez ya hayas notado que su emoción por ir a jugar en los juegos disminuye porque ya los conoce como la palma de su mano, especialmente si le encanta probar cosas nuevas. Por ello, un nuevo parque por descubrir es el escenario perfecto para que corra, salte y juegue. 

Para realizar esta actividad divertida en un nuevo escenario, colócate con tu pequeño en un punto fijo que servirá de base y, a continuación, elige un color: tu pequeño y tú deberán ir a tocar un objeto de ese color en el parque y después regresar a la base. Intenta llevarlo por los nuevos juegos y lugares que tiene el parque para ofrecerle, eso sí, sin perderlo de vista: verás cómo se divierten y se activan juntos. 

Hacer un pequeño huerto

Si tu hijo adora crear y no le importa ensuciarse las manos, crear un huerto se convertirá en una de sus actividades divertidas favoritas que, además, le enseñará a amar la naturaleza, le permitirá desarrollar sus habilidades motrices y le inculcará la responsabilidad de cuidar algo mientras lo ve crecer. 

Para tu pequeño huerto en casa, toma en cuenta el tamaño de las plantas que cultivarán; lo mejor es elegir las más pequeñas por cuestiones de espacio. Además, es aconsejable también que escojas semillas adecuadas para cada espacio: después de todo, esta actividad divertida tiene como objetivo dar frutos (incluso literalmente). 

Necesitarás una caja de madera, plástico para forrar, una pala y un rastrillo pequeños, una regadera, tierra y semillas de hortalizas, vegetales o plantas aromáticas para realizar esta actividad divertida que, como cualquier otra, debe realizarse bajo tu supervisión.

El primer paso de esta actividad divertida es ponerse unos guantes adecuados y determinar el sitio donde plantarán el huerto; te aconsejamos que sea un lugar que reciba mucha luz solar durante algunas horas. Pídele a tu pequeño que te describa cómo se imagina el nuevo huerto y el tipo de plantas que él pondría: la imaginación, después de todo, es una herramienta muy valiosa en cualquier actividad divertida. Una vez que encuentren el espacio, decide cuáles son las semillas más adecuadas y consulta sus necesidades. 

El siguiente paso es limpiar bien y decorar la caja con la ayuda de tu pequeño; deja que sus dibujos adornen el espacio donde crecerán sus futuras plantas. Hecho esto, forren el interior de la caja con el plástico; para que quede bien asegurado, utilizar grapas para fijarlo al fondo, donde te recomendamos hacer algunos orificios para eliminar el exceso de agua y evitar que se acumule en las raíces. Después, rellena con una capa gruesa de tierra.

Después, hagan pequeños surcos en la tierra con el rastrillo para introducir las semillas. Pídele a tu hijo que coloque las semillas poco a poco y, luego, cúbrelas con tierra. Por último, sólo queda agregar agua y cuidarlas: no olvides que un huerto en maceta o en una caja necesita mayor riego y abono que si estuviera en tierra abierta. 

El cuidado del huerto es una actividad divertida que también involucra compromiso para controlar plagas, regar, nutrir y asegurarse de que las plantas reciban la cantidad de luz solar suficiente. Para organizarte e inculcar a tu pequeño cierto sentido de la responsabilidad, puedes crear una tabla que asigne los días en que cada uno se encargará del huerto: imagina la cara de tu pequeño cuando empiecen a brotar las plantas.

Preparar una nueva receta

Si las plantas no son lo que más le emociona a tu pequeño, quizá la cocina es una mejor opción a la hora de elegir actividades divertidas: no hay mejor oportunidad para enseñarle la importancia de alimentarse sanamente que mediante la preparación de una receta en casa.

Por si esto no fuera suficiente, tu pequeño podrá practicar su motricidad fina y utilizar su creatividad con esta actividad divertida. ¿Qué esperas para preparar estos barquitos de verduras?

Ingredientes

  • Dos (2) calabacitas de buen tamaño
  • ¼ cebolla picada 
  • ½ diente de ajo picado
  • Dos (2) zanahorias cortadas en cubos
  • ½ pimiento verde picado
  • ¼ de pimiento rojo picado
  • Una papa mediana
  • Cuatro (4) cucharadas de elote
  • Una lata de atún (opcional)
  • Queso panela rallado (opcional)
  • 2 cditas de aceite de oliva 
  • Una pizca de sal y pimienta 

Preparación

  1. Lava bien las verduras.
  2. Corta dos veces las calabacitas, una a lo largo y otra a lo ancho. 
  3. Retira la pulpa de las calabacitas con una cuchara pequeña. 
  4. Colocar las calabacitas en un plato, tápalas con film alimenticio y realiza unos pequeños cortes a través del plástico
  5. Lleva las calabacitas así envueltas al microondas por cinco minutos; al cabo de este tiempo, sácalas, escúrrelas y reserva.
  6. Sofríe a fuego bajo la cebolla y el ajo picados en un sartén con un poco de aceite por entre cinco y siete minutos
  7. Incorpora poco a poco los pimientos y la zanahoria al sofrito y cocina todo junto por otros ocho minutos. 
  8. Cuece la papa, deja enfriar, pélala, córtala en cubitos y agrégala a la sartén.
  9. Por último, incorpora el elote, el atún y el queso al guiso.
  10. ¡Es hora de armar los barquitos! Coloca el guiso dentro de la calabazas y dales la forma de un barco. 

Hacer manualidades

Si tu objetivo es que tu pequeño ejercite su motricidad fina, las manualidades son una excelente opción ya que son divertidas, estimulan la creatividad y permiten pasar tiempo de calidad mientras descubres los diferentes gustos de tu pequeño: colorear, cortar, construir, moldear, etc. Las siguientes son algunas opciones de actividades divertidas que seguro a tu pequeño le encantarán.

Un avioncito de botella de plástico 

Con una botella y algunas cartulinas de colores, tu pequeño y tú podrán crear un simpático avioncito que, además, le servirá cómo alcancía para que tu hijo aprenda la importancia de reciclar y ahorrar: ¿qué más puedes pedir?

Además, desarrollar esta actividad divertida es muy sencillo: sólo necesitas tijeras, un marcador, un poco de pegamento y una botella de plástico. Recuerda supervisar a tu hijo en todo momento, sobre todo al manejar las tijeras, para evitar cualquier accidente. 

Dibuja en la cartulina las alas, los motores, la hélice, el cuerpo, la cola y las ventanas del avión. El diseño dependerá de su imaginación: ¡denle vuelo a su creatividad ya que de eso se trata una actividad divertida! Luego, con ayuda de las tijeras, realiza un orificio pequeño por el que puedan pasar las monedas y recorta todas las partes del avión; una vez que hagas esto, verás cómo cobra forma el avioncito poco a poco. 

Finalmente, ya que todas las piezas estén pegadas en el avioncito, decórenlo con colores y stickers. Para terminar esta actividad divertida, aterrízalo en el cuarto de tu hijo y deposita la primera moneda. 

Un separador de libros fuera de lo común 

La lectura es un hábito que se puede inculcar en la infancia y qué mejor que motivar a tu hijo para que lea con una actividad divertida en la que creará un separador muy original al mismo tiempo que practica su motricidad fina: necesitarán una hoja blanca, un pliego de cartulina de color y otro de papel decorado con algún patrón divertido, un lápiz y colores. 

Empiecen por dibujar cuatro cuadrados dispuestos en forma de L en la hoja blanca que les servirá de guía; luego, recorten las esquinas para tener una pieza con forma de flecha.

Calca este patrón en la cartulina de color, pega en la parte cuadrada la otra hoja con el patrón que elegiste y dobla los triángulos que sobran a la mitad del cuadrado; pega los extremos para obtener un pequeño cuadrado con una pequeña bolsita. Al final llegará la parte favorita de los más pequeños: decorarlo y darle la forma que más les guste. 

¿Qué te parecieron estas opciones de actividades divertidas para hacer con los niños?

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