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Mitos acerca de los probióticos en niños
¿Qué es un probiótico?
Los probióticos son bacterias que viven en nuestro intestino (así es, leíste bien: bacterias). Contrario a lo que pudieras creer, no obstante, se trata de microorganismos que viven en armonía con nosotros.
De acuerdo con diferentes estudios, cuando tu pequeño ingiere productos que contengan estos probióticos en cantidades recomendadas. Estos microorganismos ayudan a mejorar la salud en general, pues los probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal y ayudan a evitar la propagación de bacterias que causan enfermedades.
¿Qué es la flora intestinal?
La flora intestinal, llamada con más propiedad microbiota, es el conjunto de bacterias que viven en equilibrio perfecto en el intestino humano; además, también es el principal campo de acción de los probióticos y cumplen con las siguientes funciones:
- Facilitar la obtención de nutrientes de algunos alimentos: los microorganismos de la flora intestinal permiten la síntesis de vitaminas como la K y las del complejo B al tiempo que favorecen la absorción de calcio y hierro, así como el movimiento intestinal.
- Proteger el tracto gastrointestinal de enfermedades: la microbiota impide que las bacterias nocivas del exterior se adhieran a las paredes intestinales y provoquen infecciones.
- Mantener alerta el sistema inmunológico: la microbiota mantiene activo y fortalecido al sistema inmunológico frente a infecciones bacterianas y virales.
¿Cómo saber si la flora intestinal está trabajando adecuadamente?
Ahora que conoces qué es la flora intestinal y los probióticos, te presentamos como puedes identificar si la microbiota se encuentra trabajando adecuadamente. Para esto, te sugerimos consultar mayor información con un profesional de la salud.
Los siguientes son algunos indicadores que puedes notar si algo no anda bien con la flora intestinal:
- Molestias digestivas
- Hinchazón abdominal
- Episodios de estreñimiento
- Diarreas frecuentes
- Gases
El uso de probióticos en cantidades recomendadas ayudan a evitar estos síntomas ya que contribuyen a regenerar la flora intestinal; para complementar y obtener más beneficios, se recomienda combinarlos con una dieta rica en fibra. Consulta a tu profesional de la salud.
Los probióticos junto con una dieta y estilo de vida saludable ayudan a crear hábitos saludables que duren toda la vida: si a tu pequeño le inculcas el consumirlos regularmente, se acostumbrará a añadir microorganismos benéficos para su salud que ayudarán a su digestión y que, además, favorecerán su sistema inmunológico.
¿Los probióticos son un invento moderno?
Probablemente te preguntes si los probióticos son un invento moderno o una moda. Lo cierto es que, aunque ese término se empleó por primera vez en 1954, desde la Antigüedad se conocen los beneficios de consumir alimentos que contienen probióticos. Un escritor y militar romano, Plinio el Viejo, mencionó en su libro Historia Natural que un buen remedio para tratar la gastroenteritis era administrar leche fermentada a quien la padeciera.
No fue, sin embargo, hasta principios del siglo pasado que el microbiólogo ruso Iliá Mechnikov observó que ciertas poblaciones en los Balcanes (sur de Europa) consumían una gran cantidad de lácteos fermentados y vivían mucho tiempo; él se lo atribuyó a que los lácteos fermentados que consumían contenían lactobacilos.
Los beneficios de los probióticos se continúan estudiando, y en torno a ellos han surgido muchos mitos por lo que debes tener cuidado con la información errónea y evitar que desatiendas tu nutrición y la de tu familia.
Verdades y mentiras sobre los probióticos
Mito 1: los probióticos son lo mismo que los prebióticos
No, no son lo mismo. Los prebióticos son fibras vegetales que promueven tanto el crecimiento de la microbiota como la acción de los probióticos cuando ya se encuentran en el intestino, y los puedes encontrar en frutas y verduras ya que son ricas en carbohidratos complejos como la fibra y el almidón que el cuerpo no puede digerir, pero que sirven de alimento para las bacterias benéficas.
Mito 2: todos los probióticos son iguales
Recordemos que los probióticos son bacterias benéficas que pueden pertenecer a una de entre 500 o mil especies diferentes. En consecuencia, la acción de los probióticos depende de la especie y la cepa o variedad que se administre; así, por ejemplo, mientras una de ellas refuerza el sistema inmunológico, otra actúa en el intestino para sintetizar vitaminas a partir de los alimentos consumidos.
Mito 3: las bacterias ácido-lácticas son probióticos
Si ya anteriormente hablamos del beneficio de los lácteos fermentados que contienen bacterias ácido-lácticas principalmente, es necesario aclarar que no todos los microorganismos que producen ácido láctico tienen efectos ni características que se puedan considerar probióticos, esto es, que puedan sobrevivir en su intestino y que aporta en beneficios reales para su salud.
Mito 4: una alimentación saludable combinada con probióticos ayuda a mejorar la salud digestiva
Ten siempre presente que una alimentación balanceada contribuirá a que tú y tu familia disfruten de una buena salud gastrointestinal y general, pero no necesariamente creará todas las condiciones necesarias para que se desarrolle una flora intestinal saludable. Para obtener todos los beneficios que ofrecen los probióticos, debes consumir productos que los contengan al igual que prebióticos para potenciar su acción.
Mito 5: los productos con diferentes cepas son mejores que los que tienen sólo una
En el mercado hay una amplia variedad de productos que contienen diferentes cepas de bacterias benéficas para conseguir uno o varios efectos; entonces, podríamos pensar que más es mejor al hablar de probióticos. Lo cierto es que no hay suficiente información médica que confirme o descarte que un producto con diferentes cepas sea mejor que cualquiera que tenga solamente una.
Mito 6: los probióticos en cápsulas tienen un mejor efecto
Es común pensar que se obtienen resultados más directos al tomar probióticos en cápsulas que de cualquier otra forma; si bien es cierto que la presentación en la que se administren es importante, no existe evidencia que sugiera que tomar probióticos en cápsula, en ampolleta o en alimentos que los contenga surta más o menos efectos positivos sobre la salud.
Tómate la libertad de darle a tu pequeño, probióticos de la forma que más les guste a ambos: recuerda que los probióticos pueden formar parte de un estilo de vida saludable.
¿Cuándo dar probióticos a los niños?
Algunos pediatras recomiendan la ingesta de probióticos en niños a través de alimentos como:
- El yoghurt, el más común entre los alimentos que contienen probióticos en el supermercado.
- Las aceitunas en salmuera y otros encurtidos, aperitivos muy valorados en la dieta mediterránea. Las bacterias ácido-lácticas que intervienen en su preparación son benéficas para la salud y, aunque probablemente no los encurtidos no sean los favoritos de tu hijo, son una fuente alternativa viable de probióticos.
- Las microalgas: el kombu, la clorela o la espirulina, típicas de la dieta japonesa, son fuente muy abundante de probióticos y otros nutrientes. Añádelas a caldos, ensaladas, sopas o incluso smoothies.
Te recomendamos acudir con un profesional de la salud mayor información.
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